Yasmina, cuidador de mayores a domicilio en Albolote

No puedo aportar recomendación porque mis queridas Maruja e Isabel (dos hermanas octogenáreas) ya fallecieron, pero puedo contarte que fueron los meses más lindos de mi vida.
Pasábamos las tardes juntas: charlábamos, reíamos, preparábamos ricas meriendas, paseábamos, jugábamos a juegos de mesa y de memoria e incluso alguna vez las acompañé a misa.
Los sábados les hacía la compra, a veces me acompañaban y pasito a pasito echábamos la mañana tan felices, incluso alguna vez tomamos churros en una terraza al sol.
Vivían en un piso pequeño, así que una mañana a la semana lo dejaba limpio.
Me permitió sacarme un dinero mientras realizaba mis estudios y debo decir que seguro que me aportaron mucho más ellas a mí que yo a ellas.