Monica, paseador de perros en Cueto

Mónica cuidó a mi hija desde que tenía tres meses hasta los quince, cuando empezó a ir a la guardería. Prescindir de ella fue un momento triste para la familia, porque en todo ese tiempo supuso una gran ayuda, tanto por su buena disposición para trabajar, sin importarle que le cambiáramos los horarios, siempre adaptándose a nuestras necesidades (que eran muchas, el padre de la niña y yo trabajamos sin horario fijo, a veces en fin de semana y festivos). Es muy cariñosa, le encantan los bebés, cuidó fenomenal a mi hija y además pudo compaginarlo con la limpieza de la casa, ya que debido a nuestros trabajos a nosotros nos era imposible ocuparnos de casi nada. Recomiendo a Mónica porque es una gran niñera, cada día ocupándose de los juegos, las canciones, paseos al parque, acompañándola en sus primeros pasos, estimulándola con el lenguaje... y una buena 'ama de casa', de total confianza, con iniciativa y responsabilidad. Con alguien como ella, el hogar funciona.