Servicio de limpieza en bilbao , Shirley

Anuncio modificado el 13 Diciembre 2024 a las 17:15

Con recomendación

Hola tengo experiencia en cuidar una casa, cocina , plancha y todo lo que se necesite....soy honesta, trabajadora y muy activa.

Servicios propuestos

Limpieza en casa

Planchado

Cocina

Ayuda con las compras

Empleado/a de hogar

Pequeñas obras/bricolaje

Vigilar la casa

Jardinería

Mudanzas

Otro

Experiencia

Experience

Idiomas hablados

Inglés (principiante)

Identidad verificada

Correo electrónico verificado

Teléfono verificado

2 recomendaciones verificadas

Sueldo deseado

9,45 €

a la hora

Explicación:

Si son menos de 4 horas diarias o sueltas mi tarifa es 9, 50 , si es media jornada o completa, el SMI

Shirley puede proporcionales a petición los datos de contacto de antiguos empleadores que le recomiendan.

Maria A.

Shirley trabajó para cuidar a mi abuelo tras faltar mi abuela. Mi abuelo era una persona completamente dependiente, apenas andaba, siempre estaba desanimado, se hacía sus necesidades encima, en definitiva, necesitaba cuidados 24h al día. Shirley consiguió lo que nadie de la familia hicimos nunca, lo animó de tal forma que parecía otra persona. Congeniaron muy bien, tenían un punto de humor entre los dos muy bueno, ella le ponía música del gusto de mi abuelo todas las mañanas y él, aunque fuese sentado en la butaca, bailaba y reía, daba gusto verlo, porque le hacían juntos. Además, a pesar de todas sus incontinencias, ella siempre lo llevó extremadamente limpio (tanto a él como a su ropa), cuidado, afeitado, como se diría coloquialmente, hecho un pincel. También se encargaba de las labores del hogar, ya que estaba en régimen de interna. De la casa no se podía decir una mala palabra, todo relucía. Shirley es una persona encantadora, profesional, trabajadora, divertida y trató a mi abuelo como si fuese su propio padre, por todo lo mencionado, la recomiendo para esta labor. Está más que capacitada, tanto mental como físicamente para hacerse cargo de personas mayores y darles una vejez más dulce.

Pablo M.