Lydia, cuidador de mayores a domicilio en Ibarra
En algún momento todos nos hemos sentido frustrados con nuestro propio cuerpo, cuando no podemos llegar a la ultima balda del mercado, cuando no alcanzamos a pillar el autobús... la gente de edad no pueden permitirse ir al mismo ritmo al que solían ir, por lo que necesitan una ayuda extra, la que no me importa prestar. Siempre me a gustado ayudar a las personas, darles a aquellas personas que en su día lo dieron todo.